50 productores catalanes llevan a Barcelona el mejor aceite nuevo del país

Desde El Barcelonès a L'Alt Empordà, desde El Gironès a El Montsià, desde Les Garrigues al Segrià, pasando por El Vallès Occidental, El Baix Llobregat, Tarragona, La Terra Alta, La Noguera, La Selva, El Priorat... Así, hasta 21 comarcas son las que se podrán "recorrer y catar" –sin salir de la Plaza Cataluña– de la mano de los aceites de oliva virgen extra (OOVE) de primer prensado de los 50 productores que participarán en el 1º Mercado del aceite nuevo de Barcelona.

Será del 21 al 23 de noviembre, cuando este espacio emblemático de la ciudad se convierta, por primera vez, en el escaparate más grande del aceite de oliva virgen extra catalán, el de mayor calidad del país. Un escaparate abierto a todo el mundo para comprar el aceite más preciado, el del primer chorro. La propuesta se completa con una oferta gastronómica de cocina catalana de temporada y un aula de cata con charlas y demostraciones en directo guiadas por expertos de la divulgación de la cultura del aceite.

El evento, impulsado por el Departamento de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación de la Generalidad de Cataluña, a través de PRODECA, la Promotora de los alimentos catalanes,pretende acercar el aceite de oliva virgen extra al público barcelonés, pero, sobre todo, quiere hacer valer este ingrediente culinario tan nuestro, símbolo de la dieta mediterránea, así como dar visibilidad al sector oleícola catalán y reforzar el vínculo entre productores y ciudadanía.

Un escaparate de la variedad y calidad del OOVE catalán

A través de los 50 productores, el Mercado del aceite nuevo ofrecerá al visitante la oportunidad de hacer un recorrido diverso por los diferentes aceites de oliva que se elaboran por todo el territorio. Así, se podrán catar no sólo aceites de la apreciada y fina arbequina de Les Garrigues y de otras zonas del Camp de Tarragona; también aceites de oliva de la variedad farga, representativa del patrimonio genético de Les Terres de l'Ebre; aceites de la variedad grossal, que encontramos en El Pallars y en El Montsec; de las variedades crestaña y vera del montserratí, típicas de las comarcas vallesanas y la Cataluña Central; o también OOVE de la variedad tocada por la Tramuntana, la argudell, originaria de L'Alt Empordà.

En Cataluña encontramos más de 60 variedades autóctonas identificadas de olivos que dan fruto a un gran abanico de OOVE, algunos de ellos amparados por las cinco denominaciones de origen protegidas (DOP): Les Garrigues, Siurana, Terra Alta, Baix Ebre-Montsià y Empordà. Muchos de estos aceites son elaborados en cooperativas y otros son fruto del esfuerzo de pequeños o medianos elaboradores

Será, por tanto, una oportunidad única a catar el territorio catalán a través de su oro líquido, porque cada botella de OOVE atesora paisaje y guarda historias de esfuerzo y tradición. Y una oportunidad para descubrir también su versatilidad en la cocina, para conocer trucos y secretos de un producto que, a pesar de ser tan estimado, es muchas veces un gran desconocido. Experiencias que, además, pueden acabar en el acto de comprar y llevarse a casa el mejor aceite de oliva sin intermediarios.

Una experiencia gastronómica gratuita y para todos

La Plaza Cataluña de Barcelona, además de convertirse en un mercado abierto y gratuito, acogerá muchas más experiencias, pensadas para familias, jóvenes y foodies.

Habrá talleres y exhibiciones de cocina en directo en el aula gastronómica, con cocineros y cocineras de todo el territorio; foodtrucks con cocina de proximidad y temporada, elaborada con aceite nuevo como protagonista; una barra de vinos catalanes, que permitirá maridar las catas; y un espacio de degustación con mesas y sillas para disfrutar del ambiente del mercado.

En definitiva, será un evento que combinará gastronomía, cultura y divulgación. Un escaparate y mercado que quiere convertirse en cita anual imprescindible del calendario gastronómico de la ciudad y de toda Cataluña y que se estrena este noviembre de 2025, coincidiendo con el año en que Cataluña es Región Mundial de la Gastronomía, reafirmando, de esta manera, el papel central del producto local y de nuestra cocina.