Rita Bassi. Presidenta de la Asociación Brasileña de Productores, Importadores y Comerciantes de Aceite de Oliva - OLIVA
¿Cuál es la situación actual del mercado de aceite de oliva en Brasil y cómo ha evolucionado en los últimos años?
Brasil es hoy el segundo mayor importador de aceite de oliva fuera de la Unión Europea, consumiendo alrededor de 100 mil toneladas anuales (considerando todas las categorías de productos).
En los últimos años, hemos observado una evolución muy positiva: el consumo per cápita ha crecido significativamente, aunque aún está en 500 ml por persona al año, muy por debajo de los países mediterráneos que consumen hasta 20 litros anuales.
Es fundamental aclarar que más del 99% del aceite consumido en Brasil es importado. La producción nacional, aunque existente, todavía no cubre ni el 1% de la demanda local. Por eso, como presidenta de OLIVA – Asociación Brasileña de Productores, Importadores y Comerciantes de Aceite de Oliva –, representamos a los verdaderos responsables del abastecimiento del mercado brasileño. Nuestra asociación agrupa a los principales importadores que operan en el país, además de contar con dos asociaciones y una federación extranjeras (de España, Portugal e Italia), dos gobiernos extranjeros (Portugal y España) y la Cámara Árabe-Brasileña.
No tenemos ningún asociado que represente la producción, fabricación o distribución de aceites brasileños.
El mercado ha evolucionado en cuanto a conciencia sobre la calidad, pero aún enfrenta desafíos relacionados con fraudes, que combatimos a través de nuestro Programa de Control de Pureza del Aceite de Oliva y con la colaboración de organismos gubernamentales brasileños e internacionales.
En 2024, las importaciones brasileñas alcanzaron aproximadamente 780 millones de dólares, según datos de SISCOMEX, y desde marzo de 2025, el gobierno federal redujo a cero la tasa del impuesto de importación para el aceite de oliva extra virgen.
¿Qué estrategias está promoviendo OLIVA para incentivar el consumo de aceite de oliva de calidad entre los consumidores brasileños?
Nuestras estrategias incluyen desde el fomento al consumo de aceite de oliva de calidad, la colaboración con organismos reguladores y fiscalizadores brasileños como MAPA, ANVISA, INMETRO y el Ministerio de Desarrollo, Industria, Comercio y Servicios (MDIC), hasta la cooperación con gobiernos extranjeros, el trabajo integrado con el retail y food service, y la sinergia con otras entidades de clase.
Combatimos el fraude mediante nuestro control de calidad y pureza del aceite de oliva, siguiendo rigurosamente las directrices internacionales y nacionales.
Este programa incluye recolección periódica de muestras en el comercio minorista de diversas marcas, que son enviadas a laboratorios nacionales acreditados. Si el análisis muestra irregularidades, notificamos al responsable, quien tiene un plazo de 3 días para responder y solicitar una contra-prueba. Si no lo hace, o si la contra-prueba confirma la irregularidad y no se toman medidas, informamos a los organismos oficiales brasileños y al retail en general.
Este trabajo ha sido fundamental para proteger al consumidor brasileño y garantizar una competencia justa en el mercado.
También promovemos la educación del consumidor mediante talleres, eventos técnicos y la difusión de información veraz sobre el aceite de oliva.
Nuestra asociación trabaja estrechamente con los organismos fiscalizadores brasileños, con el objetivo de fortalecer y proteger el sector, siguiendo normas claras, alineadas con el Consejo Oleícola Internacional (COI) y demás legislaciones pertinentes.
Reforzamos que OLIVA es una entidad de clase que representa a las empresas importadoras que traen aceites auténticos a Brasil.
Brasil es conocido como país importador de aceite de oliva, pero hay cada vez más productores locales. ¿Cómo ve usted el potencial de crecimiento de la producción nacional?
Es importante hacer una distinción: OLIVA representa a los importadores que abastecen el mercado brasileño, ya que la producción nacional aún no cubre ni el 1% de la demanda.
Nuestros asociados son las empresas que importan casi el 99% del aceite que se consume en Brasil.
La producción nacional, aunque prometedora, es aún muy pequeña frente a la demanda. Por ejemplo, consumimos alrededor de 100 mil toneladas anuales, y la producción local no logra abastecer esa demanda. Los productores locales están representados por pequeñas asociaciones.
En OLIVA, nuestra función es garantizar que los aceites importados –más del 99% del mercado– sean auténticos, puros y de calidad.
Nuestros asociados son marcas internacionales establecidas en Brasil, y mantenemos relaciones con gobiernos y asociaciones de países tradicionalmente productores.
El crecimiento de la producción nacional es positivo para el mercado, pero dado que no cubre ni el 1% del consumo, nuestra especialidad sigue siendo clave: informar, divulgar y asegurar la calidad de los productos importados, bajo una legislación que garantiza seguridad jurídica para todos.
¿Cuáles son los principales desafíos que enfrenta la industria brasileña del aceite de oliva en términos de calidad, trazabilidad e innovación?
En nuestra opinión, el mayor desafío para la industria nacional es aumentar la productividad. Para ello, es clave lograr estabilidad en los olivares existentes, invertir en técnicas de plantación y maquinaria, y establecerse en regiones con clima favorable para este cultivo.
Como OLIVA representa a los principales importadores, trabajamos para distinguir claramente los productos auténticos de las falsificaciones, que perjudican tanto a consumidores como a nuestros asociados.
Nuestra estrategia incluye:
La innovación en nuestro sector pasa por la educación del consumidor, la información a los canales de venta y distribución, además de todo el trabajo ya mencionado.
En su visión, ¿cuál es el papel de Brasil en el escenario internacional del aceite de oliva y cómo contribuye OLIVA a fortalecer esa presencia?
Brasil tiene una posición estratégica como segundo mayor importador mundial fuera de la UE, importando más del 99% del aceite que consume. Esto nos da una gran relevancia internacional como mercado consumidor, lo que se refleja en la composición única de OLIVA: somos la única asociación que reúne empresas importadoras, asociaciones y federaciones extranjeras, gobiernos extranjeros y otras entidades relevantes.
Como presidenta de OLIVA y participante en el Comité Consultivo del COI desde hace 18 años, represento a Brasil en foros internacionales y mantengo un diálogo directo con el gobierno brasileño y países productores.
Nuestra contribución incluye:
OLIVA fortalece el sector siendo la voz oficial de los principales actores del mercado ante organismos nacionales e internacionales, garantizando que Brasil sea reconocido como un mercado prometedor y en constante crecimiento.