Mariana Matos, secretaria general de Casa do Azeite
Con la creciente demanda de aceite de oliva de alta calidad, ¿qué está haciendo Casa do Azeite para asegurar que los productores de Portugal apuestan por la excelencia y la máxima expresión del aceite de oliva?
Una de las principales misiones de Casa do Azeite es promover la imagen del aceite de oliva de marca, como garantía de calidad, así como apoyar a sus miembros, tanto a nivel regulatorio como empresarial, en todos los aspectos. Para ello, Casa do Azeite sigue de cerca la labor de la Comisión Europea, del COI y de la administración nacional, y participa activamente en todos los foros donde se debaten, analizan y aprueban las normativas sectoriales. Posteriormente, difunde ampliamente toda esta información entre sus asociados, para que todos conozcan los marcos legales aplicables a su actividad, garantizando así una mayor transparencia y una competencia más sana entre todos los operadores del sector del aceite de oliva.
La producción intensiva ha revolucionado el sector en Portugal, especialmente en la región de Alentejo. ¿Cómo gestionan las empresas para equilibrar la producción intensiva con el mantenimiento de la autenticidad y la calidad de los aceites tradicionales portugueses?
El sector del aceite de oliva en Portugal es actualmente un sistema muy dinámico, donde coexisten diversos sistemas de producción, desde los más tradicionales hasta los más modernos. La evolución de este sector en los últimos años ha sido extraordinaria, lo que ha permitido a Portugal convertirse en un país autosuficiente, exportador neto y uno de los países del mundo con mayor porcentaje de producción de aceite de oliva virgen extra. En mi opinión, se tratan de sistemas de producción complementarios, no antagónicos, que se dirigen a mercados distintos. Uno de nuestros grandes retos será integrar estas realidades de forma que todos salgan ganando. Los olivares tradicionales se enfrentan al reto de la productividad y a mayores costes, pero también se benefician de una mayor autenticidad, por ejemplo, en cuanto a las variedades tradicionales, de las que es necesario saber extraer el valor que merecen. Hoy sabemos que existen mercados para todo tipo de aceites de oliva, el punto está en cómo llegar a los consumidores de forma diferenciada y potenciar nuestras diferencias. Pero para ello no necesitamos menospreciar otros aceites ni sistemas de producción, hay espacio para todos.
A pesar del crecimiento de las exportaciones, una parte importante de las ventas sigue siendo a granel. ¿Qué estrategias se están implementando para promover la marca de aceite de oliva portugués y aumentar el valor añadido en los mercados internacionales?
Este es quizás el mayor reto al que se enfrenta actualmente el sector, en su conjunto. Las exportaciones de aceite de oliva a granel, sin marca ni valor añadido, representan alrededor del 75 % del total de las exportaciones nacionales, lo que representa un profundo cambio en el perfil de las exportaciones en comparación con el pasado. El gran reto será que el sector finalmente pueda llevar a cabo el proyecto interprofesional y empezar a promover la imagen de la marca Azeites de Portugal de forma seria y consistente. Somos conscientes de que es un largo camino, pero ya hemos perdido mucho tiempo, por lo que solicitamos, una vez más, el apoyo del Estado para llevar a cabo este proyecto. El sector ha crecido, se ha modernizado y hoy produce aceite de oliva de alta calidad, pero la imagen de los aceites de oliva portugueses sigue sin generar un valor añadido significativo en la mayoría de los mercados (con la excepción de Brasil). Esto solo cambiará si finalmente iniciamos campañas de promoción dirigidas a los principales mercados de consumo a nivel mundial y presentamos la marca Portugal como una marca de aceites de oliva de excelente calidad.
En relación con la sostenibilidad, ¿qué avances se están haciendo en términos de reducción de la huella de carbono en la producción del aceite de oliva en Portugal, y cómo se incentiva a los productores a adoptar prácticas más ecológicas?
En el ámbito de la sostenibilidad y la economía circular, el sector del aceite de oliva en Portugal es actualmente un ejemplo de lo mejor que se está haciendo a nivel mundial. Un alto porcentaje de empresas productoras cuentan con sistemas de protección integrados o producción ecológica, y utilizan las últimas tecnologías para optimizar los factores de producción, ya sea en el uso racional del agua o de productos fitosanitarios.
Hay proyectos muy ambiciosos, que han producido resultados muy interesantes, como, por ejemplo, el programa de sostenibilidad de los Aceites de Oliva del Alentejo, implementado por la asociación Olivum, que es, hasta donde sabemos, un programa único en el mundo.
Con el cambio climático afectando la producción de aceite de oliva, ¿cómo están adaptando las nuevas generaciones de olivicultores en Portugal sus técnicas y cultivos para hacer frente a estos retos, especialmente en las zonas de secano?
El cambio climático ha tenido un impacto significativo en la producción de aceite de oliva en todas geografías, y también en Portugal, especialmente en zonas de secano, donde la escasez de agua, el aumento de las temperaturas y la irregularidad de las precipitaciones se sienten con mayor intensidad. El problema se coloca para todos los olivicultores, que intentan adoptar estrategias de adaptación para garantizar la viabilidad del cultivo, sea con utilización de variedades más resistente a la sequía – donde las variedades tradicionales pueden tener alguna ventaja, sea con recurso a prácticas agrícolas que aumenten el nivel de materia orgánica en los suelos, por ejemplo, mejorando su estructura y favoreciendo la retención de agua, etc. La utilización de sistemas de agricultura de precisión (riego por goteo, etc.) y de toda la tecnología que hoy está disponible también permite una gestión más eficiente y sostenible de los recursos, y ya están a ser utilizados en muchas exploraciones nacionales.
Desde mi punto de vista, estas adaptaciones reflejan una respuesta a las dificultades ambientales, sí, pero también una nueva visión de la olivicultura portuguesa: más sostenible, innovadora, consciente e integrada con el territorio.
El aceite de oliva tiene una conexión profunda con la cultura portuguesa. ¿Qué iniciativas está llevando a cabo Casa do Azeite para promover esta rica tradición olivarera en la educación y el turismo, y para que el aceite de oliva portugués sea parte integral de la gastronomía global?
En los últimos años, Casa do Azeite ha trabajado intensamente para implementar el proyecto interprofesional en Portugal, porque nuestra visión es que, si el sector se une en torno a un objetivo común, el impacto será mucho mayor. Y este objetivo común es promover el aceite de oliva como un alimento 100 % natural y saludable, pero también explorar todo su potencial multifuncional, todas sus conexiones con el territorio, con nuestra cultura y gastronomía, y con su importancia social y paisajística, especialmente en los territorios más desfavorecidos.
¿Qué opina de que Portugal haya sido elegida sede de la próxima edición del Olive Oil World Congress en 2026 y qué espera de ella?
Creo que es un motivo de orgullo para nuestro país y un reconocimiento a la creciente importancia de Portugal como actor global en este sector.
El Olive Oil World Congress reúne a los mayores expertos mundiales en temas de gran interés científico y actualidad, por lo que estamos seguros de que será un evento de máxima importancia para el sector del aceite de oliva en Portugal, y que va ser todo un éxito. Desde nuestra asociación, la organización puede contar con todo nuestro apoyo, sea en la divulgación sea en todos aspectos que se consideren oportunos.