'El olivar y el aceite de oliva son parte de nuestra identidad'

Manuel Parras

¿Qué importancia tiene para el Mediterráneo el olivar y el aceite de oliva?

Una importancia sobresaliente. No solo por la renta y empleo que el sector oleícola genera, sino porque forma parte de nuestra cultura y de nuestras costumbres. Es parte de nuestra identidad, al vincular Mediterráneo con Dieta Mediterránea, es decir, una forma de concebir no sólo como alimentarnos, sino cómo relacionarnos. Además, el olivar dibuja el paisaje mediterráneo, tanto en el interior como en la costa. Finalmente, el olivar genera bienes públicos, muchas veces, poco valorados por los propios olivareros, pero transcendentales, siempre que el olivar esté bien cuidado: evita erosión, ancla población, mantiene la biodiversidad, etc.

 

¿Qué destacaría de la evolución del sector oleícola en los últimos 5 años?

Varios asuntos. Desde el lado de la oferta, la expansión de los olivares modernos (intensivos y superintensivos). También el aumento de la calidad de los aceites de oliva, a la que ha contribuido esta expansión, pero también la recolección temprana en olivares tradicionales.

Desde el lado de la demanda, la valoración, cada vez mayor, del AOVE; el aumento de la demanda en los mercados exteriores y el descenso de la demanda en los mercados tradicionales: España, Italia y Grecia, sobre todo, en estos dos últimos.

Tenemos retos en España importantes como son aumentar la demanda entre los jóvenes, en el canal HORECA y en las instituciones.

 

La transformación de los modelos de cultivo de olivar es imparable, ¿cómo cree que convivirán el sistema tradicional con los nuevos en el futuro?

Ciertamente, hay un olivar, llamémosle tradicional, que no puede ser objeto de intensificación por cuestiones orográficas. Porque si no se dispone de agua, se puede ir a una intensificación menor en secano. Ahora bien, si se quiere ir a una intensificación más fuerte, superintensivo, entonces la disponibilidad de agua ha de ser elevada. Aquí es donde yo veo el primer problema, en la disponibilidad de agua. Y se cuenta con los recursos para superintensificar ha de ver dónde conviene hacerlo y donde puede hacerse. Por ejemplo, en la provincia de Jaén hay un tamaño de la parcela muy pequeño y los propietarios tienen varias parcelas repartidas en varios kilómetros. Sería necesario algún tipo de colaboración en la gestión de las parcelas para poder intensificar alcanzando economías de escala. Por otro lado, si se tiende a la superintensifiación no puede ser con picual y, en consecuencia, los aceites de oliva vírgenes extra jiennenses no podrían diferenciarse con figuras de calidad certificada.

En resumen, hay que distinguir entre intensificación y superintensificación. La convivencia entre olivares tradicionales e intensivos ya se está produciendo. Sin problemas. El olivar muy intensificado competirá vía precios y el tradicional ha de hacerlo vía diferenciación, trasladando a segmentos de mercado dispuestos a pagarlo que sus aceites provienen de un olivar que genera, además de un producto saludable y excelente, bienes públicos.

Una iniciativa, en este sentido, es el Grupo Operativo liderado por UPA, en el que participamos LIDL, Migasa, Izertis y la Universidad de Jaén, por el que se pretende comercializar -ya se viene haciendo- un AOVE procedente de olivar tradicional, con un etiquetado claro y un producto certificado mediante Blockchain. Otra forma de diferenciarse es con el certificado de huella hídrica, ecológico, etc.

Y a todo esto, hay que unir que nunca ha de olvidarse la reducción de costes, incluso en la oleicultura tradicional, mediante acuerdos de colaboración y, lo más importante, la profesionalización que es la medida que más costes ahorra y más ingresos genera: el capital humano.

El mercado está viviendo este año una situación muy particular en cuanto a producción y precios, ¿qué medidas considera necesarias para revertir la situación?

En primer lugar, hay que recordar que estamos en una economía social de mercado, donde funciona la ley de la oferta y de la demanda. La situación nos ha dibujado un incremento de precios porque hay poca oferta, cierto, pero, sobre todo, porque hay una demanda fiel. La demanda de los hogares está bajando a niveles del entorno del 20% en lo que llevamos de 2023; sin embargo, no ha aumentado significativamente el consumo de girasol o de orujo. Con datos del Panel de Consumo Alimentario del MAPA, comparando enero-abril de 2022 con el mismo período del 2023, el consumo de aceites de oliva ha disminuido un 21,76%, pero el girasol solo ha aumentado en un 0,40% y el orujo en un 7,69%.

Además, la presión a los precios ha sido mayor porque cuando los precios estaban bajos en España, muchas empresas inteligentes buscaron mercados fuera y a esos mercados, a esos clientes, hay que abastecerlos, obviamente.

¿Por dónde pasa el presente y el futuro del sector oleícola?

Hay muchos sectores oleícolas y cada uno tiene sus desafíos. Hace un par de años publicamos un libro: Estrategias para una oleicultura más competitiva, https://www.catedraaceitesdejaen.com/download-category/libros/, promovido por la Diputación Provincial de Jaén, centrado en la oleicultura jiennense que es, como sabemos, muy importante al fijar precios mundiales, por ejemplo. Pero, también, por su papel como elemento de cohesión y desarrollo territorial, en una provincia que pierde población año tras año. En este libro recogemos 9 estrategias priorizadas y jerarquizadas para lograr un sector oleícola jiennense más competitivo y sostenible que genere renta y empleo, pero que, además, lo haga de manera sostenida en el tiempo, generando bienes públicos y transitando hacia una oleicultura más verde. Estas nueve estrategias, aunque centradas en la oleicultura jiennense, son trasladables perfectamente a otros territorios olivareros. Además, se ha elaborado un video con cada estrategia.

Ø  Aumento de dimensión de las explotaciones olivareras. Fomentar las secciones de gestión de explotaciones en las actuales cooperativas oleícolas.

Ø  Comunicar eficiente de las bondades de los aceites de oliva, sus diferencias y la cultura ligada a su proceso productivo.

Ø  Aumentar los ingresos del sector por la vía de la diferenciación de la oferta de los aceites de oliva. Atributos y posicionamiento.

Ø  Mejorar la calidad general de los aceites de oliva mediante la recolección temprana.

Ø  Intensificar la producción de olivar (reconversión del olivar tradicional a olivar intensivo a un pie o en seto).

Ø  Fomentar la producción ecológica y otras producciones con certificación ambiental (integrada, biodinámica, olivares vivos, huella de carbono, etc.)” se percibe con un menor grado de dificultad.

Ø  Aumentar la dimensión empresarial y concentración de la oferta”, “establecer alianzas estratégicas verticales y horizontales entre operadores de la cadena de valor de los aceites de oliva”.

Ø  Valorizar los subproductos del olivar y de la producción de aceites de oliva”.

Ø  Impulsar el Oleoturismo.

 

¿Cómo puede ayudar la celebración del Olive Oil World Congress para promover el desarrollo del sector, dentro y fuera de España?

Los foros científicos y de debate, en los que participamos personas de la Academia y técnicos de empresas de las cadenas de valor de los aceites de oliva, no solo son convenientes, sino absolutamente necesarios para el avance de un sector, para hacerlo más competitivo. En estos foros, los académicos, además de trasladar nuestros hallazgos, hemos de hacer algo más importante, tener los oídos bien abiertos a los problemas u oportunidades que nos traslada el sector. Se trata de un intercambio que ha de ir en las dos direcciones. Y cuando esto se da, los beneficios no solo son mutuos, sino que favorecen a toda la sociedad. Estoy seguro de que el Olive Oil World Congress cumplirá, con éxito, este objetivo.